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viernes, 2 de septiembre de 2011

Relatoría Nuestra Propia Voz - 2 Viaje - Parte 1

Por Julio César Santarelli


Experiencia realizada entre el sábado 5 de marzo y miércoles 10 de marzo de 2011.-

Sábado 5 de Marzo, 22.00 horas
En medio de la noche llegamos a Junín de los Andes, Matías Melillán esperaba a un lado del micro mientras hablaba por teléfono. Subimos a la camioneta y comenzamos el viaje hasta la comunidad, sin ver nada, con la camioneta a oscuras, escuchando una radio de fondo, con rock nacional, en un volumen bajo, hablando casi nada entre nosotros.

Matías habla poco y siempre parece que está molesto con tu presencia. Los movimientos de cara y del cuerpo que hace, sumados a los silencios, dan la sensación de que siempre está pensando “estos huincas de mierda no entienden nada”.  A su vez es un gran comunicador. Sabe cuando hablar para captar la atención de todos.

Luego de unas vueltas en la noche, y tras pasar un puente de madera –que fue lo único que alcanzamos a reconocer en el camino-, llegamos a una casa que funciona como albergue.

Al fondo, cerca de la cocina había dos muchachas, Lucía y Carina, ambas del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), integrantes del Estado que ayudaron a que se concretara el proyecto y que viajaron para observar que todo marchara bien.  De fondo se escuchaba la radio juninense La Cordillerana.

También estaban el Paila y Rómulo, el Paila (Víctor Pailacura) es un chico morocho con los ojos muy blancos, callado pero recto y de gran carácter, es el Presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Cpem 86 y Rómulo (Rómulo Huenuquir) tiene pelo largo y gorra y casi todo el tiempo está escuchando música por los auriculares, es el hermano de Norberto Huenuquir, uno de los dos jóvenes que están viviendo en la ciudad de La Plata y estudiando en la Universidad.  Además Rómulo es el Tesorero del Lof Painefilú y viaja en bicicleta a las reuniones. 

Cuentan que un día hubo una reunión en Junín de los Andes a las ocho de la noche y Rómulo bajó en bicicleta a las cinco de la tarde y se volvió a la comunidad a las 12 de la noche.  La misma historia se repite por miles, durante muchos días de su vida.

Esa primera noche, cenamos, charlamos amenamente y luego nos acostamos a dormir en las piezas del albergue. 

Domingo 6 de Marzo, 10.00 horas
La mañana sirvió para conocer el lugar dónde habíamos cenado la noche anterior, en lo oscuro.  Un albergue de los cinco que tiene la escuela 357, ex Mamá Margarita, que además tiene un par de casas y una Iglesia que está clausurada aunque hay “huincas” (blancos, enemigos) que tienen llave.  La escuela estuvo durante mucho tiempo bajo la tutela de unas monjas que imponían su religión y su cultura a los mapuches. Pero hubo una gota que rebalsó el vaso y fue cuando quisieron traer los restos de una monja francesa que no era muy querida entre los lugareños.  Allí se armó una rebelión y los mapuches tomaron el control de la escuela. 

Ahora es una de las llamadas Escuelas Interculturales y cuenta con materias específicas del pueblo mapuche como Telar e Idioma y Cultura Mapuche que la dictan los Kimeltuchefes (maestros mapuches).  Los Kimeltuchefes son, como casi todas las personas en el pueblo mapuche, muy respetadas, es muy común que los presenten diciendo “él (o ella) es un kimeltuchefe” como destacando su rol dentro de la comunidad.

La Iglesia o parroquia o altar que hay dentro del predio de la Escuela tiene mucha madera y muchas plantas, es un lugar detestado por los mapuches, tienen en claro que no les interesa acercarse aunque para el “huinca” es el primer lugar curioso y posible de conocer cuando visitan la escuela 357.

A partir de las 10 de la mañana comenzaron a llegar los talleristas.  María Ester llegó primera junto a Pedro Linconao y a Esteban Antileo.  Los tres viven en zona rural en medio de las montañas y cuando se mueven de un lugar a otro tienen que recorrer varios kilómetros.  María Ester es tía de uno de los chicos que vive en La Plata y Pedro es el hermano de Carlos, el otro de los jóvenes que estudia en la Universidad.  María

Ester es una señora grande, callada pero guerrera y también es curiosa e interesada por aprender. Pedro es un joven que sufre de epilepsia, habla poco, sueña con estudiar administración de empresas, se transforma cuando tiene una cámara en sus manos, pasa de ser un joven tímido a una persona con gran actitud y sabiduría. 

Esteban tiene 19 años, es un joven de pocas palabras, usa anteojos, juega bien al fútbol e integra el Centro de Estudiantes del Cpem 86.  Se siente muy a gusto con las computadoras y está interesado en aprender a manejarlas.

Justo para el almuerzo, cerca del mediodía llegó la gente urbana, la del pueblo de Junín de los Andes, Roque, Sandra, Tomás, Checho y las dos chicas.

Domingo 6 de Marzo, 14.00 horas.
Se realizó la escucha del programa de radio realizado en el viaje anterior llamado “Inchin Mapuche Ngñen” (nosotros somos gente de la tierra).  Fue una pieza radiofónica de 36 minutos que se grabó en el primer viaje del proyecto y que se escuchó con el objetivo de ser aprobado, reprobado o modificado.  Todos oyeron atentamente el programa. 

Luego se le realizaron algunas críticas como la selección musical.  Por ejemplo ellos no están de acuerdo con la cantante oriunda de Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, Beatriz Pichi Malén que está enmarcada dentro de la World Music y realiza recitales en Europa cantando en mapuche.  Para ellos no está bien “lucrar con lo mapuche”, presentarlo como lo exótico. 

También tienen diferencias ideológicas con Juan Namuncurá, cantante de Junín de los Andes.  Estos dos detalles más una discusión en torno a las creencias y a las autoridades filosóficas, hicieron que el intercambio se transformara en una rica discusión cultural.

Cerca de las tres de la tarde dimos comienzo a los talleres.  En una sala al fondo, cerrada, Julio dictó el taller de Radio en el que participaron María Ester, las dos chicas, Checho y Esteban.  Los contenidos que se dictaron fueron Lenguaje Radiofónico y Noticia.  Se escucharon audios para ejemplificar lo dictado.  Se retomaron historias de la propia escucha de los talleristas y se hizo un trabajo de escucha noticiosa radiofónica de un fallo en un caso sucedido en la comunidad mapuche de Santa Rosa de Leleque, en el que se determinaron los contenidos y la construcción de la noticia a partir de la respuesta de las 5W norteamericanas.

En el Taller de Formador de Formadores participaron los que habían estado en el Taller de Radio que se dictó en el primer viaje del proyecto “Nuestra Propia Voz” realizado en Diciembre de 2010.  Lo dictaron Cristian y Anabel, y participaron Tomás, Rómulo, Paila, Sandra, Pedro y Roque, entre otros.  Allí aprendieron a visualizar actividades que son de su interés y luego, a través de la respuesta de unas preguntas (¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Para qué?, ¿Con qué?, etc.), organizaron esas actividades de interés en forma de proyectos para ser presentados.  Se vieron muy entusiasmados con este taller ya que, según decían, muchas veces tienen ideas para llevar a cabo pero no tienen las herramientas para desarrollarlas de manera teórica y para organizarlas en actividades.

Cerca de las 18.30 horas nos juntamos ambos talleres, se hizo una breve reseña de cada uno y luego se realizó un descanso ya que la primera jornada estuvo atravesada de muchos conceptos teóricos. 

Once de los varones salieron a jugar un partido de fútbol en la cancha de atrás del albergue y algunas de las mujeres se quedaron charlando mientras otras observaban el partido.

Domingo 6 de Marzo, 19.00 horas.
Al volver del descanso se dividieron en tres grupos de trabajo de cuatro personas cada uno para visualizar en afiches los temas, contenidos, intereses y deseos que pretenden trabajar y mejorar en la comunidad.  Las ideas que surgieran se irían a utilizar y desarrollar al día siguiente.

El grupo uno, integrado por Natividad, Paila, Eugenio y Sergio (Checho) escribió “Problemas: que arreglen el puente Malleo, que devuelvan nuestras tierras, que reconozcan nuestros derechos, más trabajo digno y educación, exigir a la autoridad política que cumpla con sus obligaciones, capacitarnos y actualizarnos, generar nuestros espacios para poder discutir y analizar nuestros problemas, alegrías, tristezas y de esa manera hacer una comunidad mejor para todos.  Deseos: Tener una escuela propia, tener comunicación propia (una radio), tener una profesión (Profe de Informática -escribió Natividad-), aprender a hablar mapuzugun y enseñarle a mi hijo, cuidar nuestros recursos (agua, tierra, animales, aire), no permitir empresas como la mega minería que rompen el equilibrio ambiental, no a la petrolera, tener educadores propios”.

El grupo dos compuesto por Andrea (la mujer de Sergio), Sandra, Esteban y Rómulo apuntó “Tema: Medio Ambiente.  Reciclar basura según su utilidad.  Deseos: Que las comunidades recuperen parte de sus territorios, igualdad de derechos, el agua tiene que ser un derecho humano, valorar el idioma”.  Fue Rómulo el representante del grupo que expuso para el resto de los compañeros.

El tercer grupo integrado por Tomás, María Ester, Pedro y una de las chicas, se autodenominaron con el nombre de Meli Che y escribieron “Problemática: problemática territorial, educación no autónoma, trabajo digno (falta de), recursos materiales (falta de), contaminación ambiental y cultural, falta de identidad de los occidentales, falta de proyección, falta de política de la salud pública.  Deseos: una Universidad autónoma, una secundaria; rodados, maquinarias y herramientas para el desarrollo, resguardar el medio ambiente y las riveras, acceso a las nuevas tecnologías, vidas saludables y dignas, formación del recurso humano, que se respete la ley del pueblo originario. Declaraciones: El grupo Meli Che declara: no a la drogadicción, no al alcoholismo; no a la explotación de nuestra madre tierra; no a la pérdida de la cultura; no a la heterofobia; no al racismo; no a la criminalización de la lucha; sí a un territorio digno; sí a una educación autónoma; sí a un trabajo digno; sí al resguardo ambiental y cultural; sí a la proyección; sí a la salud pública; sí a las leyes de los pueblos originarios; sí al derecho de opinar y decidir; sí a las convicciones y los valores humanos”. 

Mientras se desarrollaba cada exposición se debatían temas y cuestiones escritas en los afiches.  En torno al grupo tres surgieron polémicas con la “falta de identidad de los occidentales” ya que Anabel y Cristian dijeron que no estaban de acuerdo con la forma en que estaba escrita la problemática.  Mientras que Matías Melillán le subrayó la cuestión de la Salud Pública preguntando “¿Porqué no medicina milenaria?”.

Luego de la exposición cenó todo el grupo completo y luego de la cena se produjo un momento de tensión clave que atravesó todo el viaje. Pasó cerca de las 11 de la noche, en la sobremesa, Matías Melillán, el organizador, contacto y punto en común del proyecto, se sentó en medio de la mesa y empezó a desarrollar un discurso desestabilizador y crítico de la forma en que se estaba desarrollando el proyecto.

Todo surgió a partir de la escucha del programa radiofónico con el que no estuvo de acuerdo en varios puntos y que sirvió para plantear la cuestión de la lógica de los talleres.  Lo que se expuso de una manera poco diplomática (“¿Qué se creen que somos pelotudos nosotros?”) es que ellos necesitan producir, seleccionar y editar los contenidos de las producciones y también que les enseñemos a utilizar la tecnología. 

Contrariamente a lo que se hizo en el primer viaje cuando se grabó todo, se llevó a La Plata y luego se volvió al territorio con el producto finalizado.  Lo que plantearon es que los talleristas tienen que formar parte de las producciones en la edición final.  Luego de la larga declaración de Melillán hubo un silencio perpetuo en la noche.  Algunos se fueron a dormir, otros salimos afuera a disfrutar de la noche, otros se perdieron en caminatas nocturnas, lo que sí quedó sobrevolando hasta el último día fueron las palabras y la forma.

Esa noche el cielo tenía millones de estrellas visibles. Mientras tomábamos un vino afuera del albergue se acercó Tomás y entre otras historias contó que por aquellas tierras se hizo plaga la culebra desde hace un par de años, que está preocupando a los lugareños. Contó que en una estancia (“Los Peuco”) tenían problemas con los conejos y las liebres y para eliminar esa plaga el estanciero mandó a traer de Estados Unidos una víbora un poco más grande que las nativas con la idea de que terminen con los conejos.  Se creía que la víbora no iba a adaptarse a las bajas temperaturas del invierno cordillerano sin embargo la víbora se adaptó y se reprodujo sin tener depredadores que puedan contener la cadena de reproducción.  La cuestión es que como dice Tomás “en las radios de Junín hasta le pusieron nombre, las llaman serpientes patagónicas” y según dice está comprobado que ingresaron en aviones desde el norte. Pero lo más preocupante es que son mucho más grandes que las víboras comunes de la región y que pueden comer no sólo conejos sino pequeños chivitos y hasta temen por el bienestar de los niños de las comunidades.



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